Las 5 recetas para salir de la crisis

internacional

11/12/11

Ya no queda margen para el error. La difícil coyuntura económica está obligando a muchas empresas a adoptar decisiones urgentes que garanticen su supervivencia, con la desventaja de que tienen que atinar a la primera. El objetivo es claro: obtener un producto y servicio innovador y de calidad con una reducción de costes que compense la caída de las ventas. Sin embargo, el camino para lograrlo no siempre es tan evidente.

Un cambio en una estructura siempre supone un esfuerzo para toda la organización, sea cual sea su tamaño, además de una inversión inicial, con el agravante de los problemas de cobro de las deudas y la caída de la demanda, que limitan su opción de movimientos.

1.-Importancia de la transformación. Este ha de ser el primer paso si se quiere tener éxito. Una transformación no es dar una capa de pintura a la empresa, sino que implica modificar los procesos y la mentalidad de toda la organización para enfocarlos a los nuevos retos. Este espíritu tiene que acompañar siempre a la empresa en su camino, ya que no puede vivir aislada del mercado. Ha de ser capaz de convivir con el cambio.

“Hay que ser conscientes de que la crisis no se ha acabado. Esta coyuntura económica será la situación normal durante los próximos años y hay que saber convivir con ella”.

2.-Ante la falta de liquidez, mejor gestión. Las pequeñas y medianas empresas de nuestro país sufren, además de la caída de las ventas, un aumento de la morosidad y mayores dificultades para acceder a la financiación, lo que está condenando a muchas de ellas a desaparecer. Para conseguir liquidez, las compañías están optando por aumentar la eficiencia interna que garantice una reducción de costes importante sin afectar a la calidad final del producto.

Estas medidas permiten reducir costes sin afectar al rendimiento de la compañía y pueden dar sus frutos con mucha celeridad. “En C.B. Auditores & Consultores asesoramos a empresas en proyectos que tienen que dar resultado en uno o dos meses. Realmente es posible”.

3.-Gestión del talento. Los recursos humanos con los que cuenta una organización son fundamentales para su evolución y supervivencia. Tener un equipo preparado y altamente motivado aumentará la productividad de la empresa y redundará en la calidad del producto.

Las estructuras flexibles fomentan la aportación de todos los empleados, lo que ayuda a captar las nuevas tendencias del mercado y a generar nuevas ideas. Para ello es necesario promover la colaboración interdepartamental en las medianas empresas y dar voz a todos los trabajadores. Así se conseguirá formar un grupo “tremendamente rocoso y alineado, dispuesto a enfrentar los problemas y a remar todos en una misma dirección”, subraya Fernández.

4.-Rasgo diferenciador. La crisis económica ha hecho más selecto al cliente, que compara los diferentes bienes y servicios. En el momento de la venta, la percepción del cliente se convierte en fundamental y en un reto para las empresas. Por ello, es importante imprimir un valor añadido a la oferta, para que el comprador perciba su importancia. En este proceso, la creatividad y la innovación de la empresa juegan un papel fundamental y contribuyen a fidelizar al cliente.

5.-Nuevos canales. Finalmente, las empresas pueden optar por aumentar sus canales de actividad para ampliar su mercado. En España, una de cada tres está dando este paso, ya sea en el marco del mercado nacional, internacional o a través de internet. Por su parte, tan solo el 17% no se lo plantea o se encuentra en un proceso de internacionalización.

El 70% de las empresas que han culminado estos procesos de transformación se muestra satisfecho de su impacto económico, lo que demuestra que con imaginación, empeño y voluntad hay fórmulas para salir de la crisis.

Fuente: 5 días